Un producto estructurado, es aquel que ha sido diseñado a partir de la combinación de varios instrumentos financieros, más o menos complejos, sobre diferentes clases de activos financieros donde, generalmente, algunos de ellos es un derivado que incorpora opcionalidad al producto.
Siendo este último aspecto, el derivado con opcionalidad, lo que convierte el producto estructurado en un producto complejo, tal y como se indica en la LMV artículo 79 bis apartado 8, con referencia al artículo 2.2.
La tipología de los productos estructurados, se puede realizar en función de diversos aspectos de los subyacentes.
Estamos especializados en “BONOS ESTRUCTURADOS”, entre los que se encuentran entidades quebradas (Lehman Brothers), entidades rescatadas (Goldman Sanchs, Yoyal Bank of Scotland), entidades absorbidas (Depfa Bank) …etc
Los BONOS ESTRUCTURADOS, son PRODUCTOS COMPLEJOS CON UN NIVEL DE RIESGO ELEVADO, que pueden generar la pérdida total de la inversión.
La mala operativa de la entidad bancaria se ha producido por:
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El valor de los subyacentes acumula un descenso relevante, previa a la fecha de contratación.
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Las valoraciones de mercado, a través de herramientas financieras, nos muestran un valor inferior al comercializado por la entidad a los clientes, es decir, la diferencia entre el precio que paga el cliente y el valor de mercado es la “comisión implícita” que se lleva la entidad financiera por comercializar este tipo de producto.
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La contratación se enmarca en un “contrato de administración y gestión de carteras”, en la que la entidad no cumple el mandato realizado por los clientes.